domingo, 26 de diciembre de 2010

LOS BIENES GIFFEN ¿EJEMPLOS? (The Giffen goods. ¿Examples?)

Como todo el mundo sabe a estas alturas,  nunca aceptaré que las patatas sean consideradas  bienes  inferiores; sin embargo, sí puedo aceptar que alguna vez se comporten o se hayan comportado como tales. De hecho hay un famoso y triste episodio histórico en el que las patatas no sólo fueron bienes inferiores, sino bienes Giffen.
Homenaje a los afectados por la"Potato famine" en Dublín.
(krhphotos.my-expressions.com)

Esto ocurrió en Irlanda en el siglo XIX….
 Las patatas eran, en aquel tiempo, la base de alimentación de los irlandeses, pero por necesidad, pues si  hubiera aumentado su renta, probablemente habrían incluido en su dieta más carne u otros alimentos que no podían permitirse  más que en algunas ocasiones,  comportándose entonces como  bienes inferiores.
 Se produjo entonces un serio revés para todos ellos pues la cosecha de patatas se redujo drásticamente debido a una plaga, es lo que se conoce como “Gran hambruna  irlandesa” (1845-49), que algunos consideran  la razón más importante de la emigración irlandesa a Estados Unidos. Al disminuir la oferta el precio aumentó mucho y, contrariamente a lo que nos dice la Ley de la Demanda, en lugar de bajar la cantidad demandada, aumentó. Ocurrió simplemente porque la renta de los irlandeses no era entonces suficiente para sustituirlas por otros alimentos más caros; al revés, ya no les llegaba para poder consumir ninguna otra cosa que no fueran patatas, por tanto su consumo aumentó, dando lugar a lo que puede considerarse una de las extrañas excepciones a la Ley de Demanda, ya que resultaría una función de pendiente creciente.
Sir Robert Giffen fue la primera persona que mencionó esta excepción y por eso llevan su nombre, pero, la verdad, es difícil encontrar estos bienes.
 Uno de mis alumnos del Bachillerato Internacional, Rubén, realizó una monografía en la que pretendía dar un ejemplo  en el consumo de su familia de todos y cada uno de los tipos de bienes que había estudiado y tropezamos con los bienes Giffen, al final concluimos que un ejemplo aceptable podría ser el gasto realizado en  el alquiler de su vivienda, pues, si su precio aumentaba mucho, sus padres deberían dedicar una cuantía muy importante a este concepto, en lugar de aumentar el saldo de la cuenta de ahorro vivienda que mantenían para adquirir una en propiedad. (Un estudiante universitario podría haber entendido mejor que mi alumno de bachillerato que el Efecto-renta, negativo en este caso, al ser un bien inferior, pesaba más que el Efecto-sustitución).

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